La alergia, fiel compañera de la primavera, es un potencial enemigo de los conductores profesionales en carretera. ¿Cómo minimizar sus efectos al volante?
En primavera, la sangre no es la única que se altera. En esta época del año, los alérgicos sufren las consecuencias de su hipersensibilidad a determinadas sustancias (sobre todo de carácter ambiental) y sobreviven al paso de los meses con más sufrimiento que alegría. Por si no fuera suficiente y según explican desde la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (Seaic), las diferencias meteorológicas y la inestabilidad propias de los cambios de estación se han suavizado mucho en los últimos años. Como consecuencia, la influencia de las alergias se mantiene durante un tiempo más prolongado.
De todas las personas que se ven afectadas por las alergias, los conductores son, probablemente, los que corren más peligro. La pérdida de atención provocada, por ejemplo, por una sucesión repentina de estornudos o por lagrimeo puede derivar en la pérdida total del control del vehículo. Si en primavera te pasas los días en la carretera y cada año sufres con la llegada de las temidas alergias, te enseñamos cómo puedes controlarlas.
? Tips básicos para sortear los episodios de alergia al volante
Ojos irritados, picor, nariz congestionada, estornudos, problemas para respirar… Las alergias tienen mil formas de manifestarse y de complicar la rutina habitual de quienes las padecen. Pero en el caso de la conducción, hasta la Dirección General de Tráfico (DGT) advierte de sus peligros al volante afirmando que el riesgo de accidente es un 30% mayor en conductores alérgicos.
Es posible evitar o reducir al mínimo los síntomas de esta reacción ambiental al volante. Solo hay que tomar algunas medidas:
- No bajar las ventanillas durante el trayecto. Cualquier apertura en el vehículo puede constituir la vía de entrada perfecta para cualquier tipo de polen.
- Colocar un filtro de aire de carbón activo. Los filtros HEPA son considerados como el mejor control de alérgenos, puesto que controlan y neutralizan su entrada. Pero para que cumplan con su función, necesitan su cambio y sustitución cada seis o doce meses (dependiendo del uso del vehículo).
- Informar al médico sobre la condición de conductor profesional. Los antihistamínicos recetados normalmente para tratar las alergias suelen provocar somnolencia y pérdida de concentración (entre otros). Como siempre que concurren medicación y conducción, el especialista podrá aconsejarte otros medicamentos con los mismos resultados pero con efectos secundarios más suaves.
- Limpiar el coche con frecuencia, sobre todo si se transportan animales. Para asegurarse de una correcta y completa limpieza, recurre a un aspirador de alta potencia para limpiar la tapicería y las alfombrillas y repasa cristales y salpicadero.
- Planificar la ruta. La Seaic dispone de una aplicación móvil (“Polen Control”, Android y iPhone) a través de la que se puede consultar los niveles de polen por zonas. Antes de poner rumbo a tu destino, tenla en cuenta para trazar un itinerario “libre de alergias”.