Los profesionales del transporte de viajeros por carretera tendrán que poner a prueba sus capacidades en un certificado desarrollado por ALSA e IRU.
La Unión Internacional del Transporte por Carretera (IRU) y la conocida empresa ALSA han firmado un acuerdo de colaboración para empezar a evaluar la capacidad de los conductores encargados del traslado terrestre de pasajeros. Por medio de un certificado que evalúa diferentes competencias, ambas entidades buscan cumplir con el objetivo de seguridad vial de la ONU denominado ‘Decade of Action for Road Safety 2011-2020’. ¿En qué consiste esta medida y qué implicaciones tiene para los profesionales del sector?
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El servicio de certificación para conductores de IRU
Para que el transporte de pasajeros por carretera funcione, debe basarse en dos pilares fundamentales: la seguridad y la confianza de los usuarios. En este sentido, los profesionales que se ponen al volante de este tipo de vehículos necesitan la formación, la experiencia y las destrezas suficientes para garantizar estos dos principios. Así, aunque los accidentes están a la orden del día, los pasajeros confían en la capacidad del conductor para minimizar los riesgos y las posibles consecuencias.
ALSA es uno de los referentes del transporte por carretera tanto a nivel nacional como internacional, razón de peso para cumplir con el objetivo de seguridad vial de la ONU. Para afianzar su crecimiento y el apoyo de los usuarios, ha querido contar con los servicios de un agente externo para evaluar las capacidad de todos sus conductores actuales y futuros. IRU se encargará de medir las aptitudes de todos los empleados desde una posición totalmente ajena a la empresa de transportes.
En qué consiste la certificación de IRU
Este acuerdo de colaboración no es un secreto ni ninguna novedad. De hecho, las evaluaciones ya se han probado satisfactoriamente en más de 200 trabajadores en el último año. Pero la firma oficial abre paso a un proceso de certificación en dos pruebas – una telemática y otra práctica – que evalúan cuatro áreas diferentes de capacitación:
- Destreza en la conducción
- Conocimiento y dominio del vehículo
- Capacidad de solución de emergencias
- Atención al cliente
Lejos de ser vista como una medida de control, esta certificación para conductores de transporte de viajeros es una oportunidad de mejorar las cifras de negocio. Por un lado, permitirá a ALSA buscar la excelencia profesional de sus empleados; por el otro, aumentará la confianza de los viajeros. La idea es poder hacer extensiva esta prueba a todos los conductores del sector transporte en los próximos años y, por qué no, sumarse al esperado Pacto de Estado por la seguridad vial.