¿Cómo afectará el brexit al sector transportes?

El Brexit y el sector de transportes

Será ya en 2020 cuando veamos la separación definitiva entre el Reino Unido y la UE. ¿Cuáles serán sus consecuencias para el sector transportes?

Octubre tampoco ha sido el mes del brexit. Después de meses de espera, de la aprobación de una segunda prórroga y de un aumento más que notable del descontento y la tensión – tanto entre los representantes políticos y empresariales como entre la propia ciudadanía – la salida definitiva del Reino Unido de la Unión Europea se ha vuelto a retrasar hasta enero de 2020.

A pesar de las reticencias del Primer Ministro británico a su llegada al Gobierno, lo cierto es que la Cámara de los Comunes ha conseguido llegar a un acuerdo a favor de un pacto con la UE. Ahora tienen tres meses para preparar un abandono ordenado y equilibrado. Mientras se estructura el futuro de los británicos y su relación con Europa, ¿qué consecuencias se prevén para el sector transportes?

Transportes y brexit: los cambios que se pueden producir

Ya no hay riesgo de un divorcio “duro” por parte de Reino Unido. Al menos, eso deja entrever la última decisión del Primer Ministro, quien se sentará a dialogar con la UE para alcanzar un acuerdo de separación. Según las previsiones, el brexit tendrá (entre otras) consecuencias negativas para la economía del país y cambiará las reglas de juego de sectores como el transporte y la logística.

A la espera de ver cómo evoluciona la situación, estas son algunas de las consecuencias que se barajan con la ruptura definitiva:

  • Pérdida de validez de la licencia comunitaria para la libre circulación de vehículos dentro de los Estados miembros de la Unión Europea. De manera agresiva o consensuada, Reino Unido dejará de beneficiarse de este acuerdo económico y obligará a crear una nueva normativa de tráfico para los transportes extranjeros. Además, supone una limitación más en la búsqueda de soluciones a la escasez de conductores profesionales en Europa.
  • Nuevos procesos y normativas para los pasos fronterizos y aduanas. No solo los transportes pueden circular libremente gracias a los acuerdos comunitarios, también los productos y materias primas. Cuando el Reino Unido abandone Europa, la política de exportaciones e importaciones debe modificarse y adaptarse a la nueva situación.
  • Tasas adicionales. Puede ocurrir que Reino Unido llegue a un acuerdo con Bruselas que permita, de alguna manera, mantener condiciones para el transporte y el comercio similares a las que aceptó con su entrada en la Comunidad Económica (CEE). Sin embargo, es igual de probable que se impongan precios y tasas complementarios para que los productos y los vehículos puedan circular en territorio británico.

Ante el revuelo de esta nueva prórroga y del posible acuerdo entre las dos partes “enfrentadas”, el sector transportes se mantiene a la espera de recibir toda la información necesaria sobre la marcha de las negociaciones. Por su parte, IRU – el mayor representante internacional del transporte por carretera – pone de manifiesto que la adaptación a la nueva situación será larga (al menos de un año). Por lo que pide claridad y transparencia a lo largo de todo el proceso.

 

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