Las nuevas tecnologías están aquí para mejorar nuestra vida. Sin embargo, en ocasiones nos la ponen aún peor. Es lo que ocurre con los navegadores GPS de los automóviles, una indudable ayuda a la conducción que, sin embargo, causa más de un desaguisado. Son muchos los camioneros (nacionales y extranjeros) que se quedan atrapados en los parajes más recónditos de las carreteras españolas por seguir al dedillo las indicaciones de estos dispositivos electrónicos, en vez de escuchar al sentido común.
En algunas ocasiones, estos “desvíos” dan como resultado algunos imprevistos en el recorrido y muchas anécdotas para la posteridad. Pero, en otras, las consecuencias pueden ser mucho más graves y poner en peligro la vida del conductor profesional. Recopilamos alguna de las situaciones más llamativas causadas por estos errores en las indicaciones geográficas.
Descubre: Infracciones de tráfico que pueden llevarte a la cárcel
Fallos del GPS que desviaron a los camiones de su destino
- El misterioso caso de Ezcaray, en La Rioja. Aunque el secreto ya está resuelto: un fallo de serie del GPS de los camiones de una misma compañía. Los atascos de los vehículos pesados no se produjeron solo una vez. Hasta tres casos en solo dos meses hicieron que el alcalde de Ezcaray se pusiese en contacto con la empresa de transportes para que se arreglase el error cartográfico del navegador.
- Entre calles de Ciudad Real. Un camión de grandes dimensiones se pasó ocho horas encajonado entre dos calles de un pueblo de Ciudad Real. El conductor cubría una ruta de Alemania a Portugal y, al no conocer la zona, se dejó guiar a ciegas por las instrucciones del GPS del camión. Craso error: hasta que no llegó la grúa, fue imposible continuar el camino.
- Carreteras muy gallegas: trayectos sin respuesta. En Galicia hay muchas carreteras nacionales que pueden llevar a confusión. Sobre todo, a los conductores profesionales que dejan de lado el sentido común y quedan cegados por la sapiencia del navegador del vehículo. Fue el caso del camionero que se quedó literalmente encajado entre un árbol y la cuneta en Begonte (Lugo).
- Camino del hospital en Alcira (Valencia), por si hay alguna urgencia médica. En la carretera de Corbera, muchos GPS indican a los conductores de camiones que se desvíen hacia el Camí de la Perrera. El Ayuntamiento ha tomado la decisión de indicar que, a partir de ese punto, no es una vía apta para vehículos de grandes dimensiones. Aun así, no todos ven la señalización y siguen las indicaciones del navegador por el camino pegado al área de Urgencias.
- Emparedado de camión en Alcalá la Real (Jaén). Entre las paredes de las casas de la Calle Ancha se quedó atascado un conductor polaco, siempre bajo las indicaciones del GPS del camión. La pendiente y la estrechez de la calle hicieron imposible que el vehículo pudiese moverse ni para atrás ni para adelante.
Ante estos errores garrafales de los navegadores de los vehículos, solo podemos apelar a la conducción consciente y al sentido común. Aunque no se conozca la zona por la que se conduce, es importante mantener en alerta todos los sentidos y evitar, en la medida de lo posible, el uso indiscriminado del GPS.
En cualquiera de estos casos, un vehículo “conectado” (con más servicios que el navegador) hubiese dado la voz de alarma a la empresa responsable antes de llegar a la boca del laberinto.
Descubre: Los vehículos conectados y sus beneficios para el transporte de mercancías