Los impagos en el sector transportes son una de las principales causas del fin de actividad de un gran número de autónomos y pymes. A pesar de estar protegidos por la Ley de Morosidad, estos problemas son una constante en el día a día de estos profesionales y pone en peligro no solo su estabilidad económica y su solvencia, sino también su equilibrio personal. Más del 70% de clientes no cumple con la norma y, según los últimos datos, el plazo medio de pago se sitúa en 89 días (cifras del mes de mayo de 2017).
En España, el sector del transporte de mercancías sale adelante con el trabajo de cerca de 24.000 empresas de todos los tamaños. Bien es verdad que, en los últimos años, ha crecido el número de autónomos y pequeñas empresas presentes en el mercado. Sobre todo, para estos últimos el riesgo a los impagos de sus clientes es elevado. Desde 2013, la Ley de Morosidad regula los tiempos máximos de reembolso de las operaciones comerciales, a contar desde la entrega de los productos o los servicios.
Si eres uno de estos transportistas autónomos, te damos algunos consejos para hacer frente a los impagos de tus clientes. Si el problema no lo causan los clientes sino la mala gestión del negocio, aquí te damos algunas claves para mejorar tu sistema de logística.
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¿Cómo prevenir los impagos en el sector transportes?
Tal y como dice el refrán, es mejor prevenir que curar. Por eso, a la hora de hacer algún tipo de transacción con clientes, se deben dar algunos pasos por adelantado:
- Conocer la solvencia de los compradores, para saber cuánto riesgo suponen.
- Reclamar siempre que sea necesario. Los transportistas autónomos y el resto de empresas del sector tienen la Ley de Morosidad de su mano para poder exigir el pago dentro de los plazos establecidos.
- Cobrar una parte por anticipado. Hasta que el cliente no abone esa cantidad inicial, el servicio de transporte no se pondrá en marcha.
- Acelerar los procesos de facturación. Con los recibos al día, será más fácil controlar todo el sistema de cobros y reclamar antes de que se acabe el plazo.
Cuando el impago es una realidad…
Si ya has solicitado el pago a tu cliente dentro del plazo y no has obtenido ninguna respuesta, puedes reclamar la deuda. El procedimiento adecuado es hacerlo por escrito y a través de medios legales. De esta manera, queda reflejado que la solicitud se ha realizado dentro de los plazos previstos. Hasta que no haya respuesta del cliente, se suspende el tiempo de prescripción establecido por ley.
Si son reclamaciones inferiores a 15.000 euros, se puede acudir a la Junta Arbitral de Transporte de la Comunidad Autónoma. En estos casos, el proceso es gratuito y no necesita la mediación de procuradores, aunque sí es aconsejable contar siempre con la ayuda de un especialista.
Otra de las soluciones, es dejar en manos de empresas dedicadas en exclusiva al cobro de deudas. Son ellas las que se encargan de todo el procedimiento hasta que consiguen que el cliente abone la cantidad adeudada.
¿Tienes problemas de impagos en tu negocio? ¿Qué haces para afrontarlos?