Retos de la industria del transporte

Retos del sector del transporte

El crecimiento del sector transportes es inversamente proporcional a los desafíos que le plantea la realidad de cada país. ¿Cuáles son estos retos?

El precio de los combustibles, los peajes, el reciente rechazo en masa a los vehículos diésel o las restricciones de circulación para solucionar los problemas de contaminación se han convertido en el día a día de los conductores y en auténticos retos para los profesionales del sector del transporte por carretera. Ante un panorama tan convulso como el actual, y a solo unas semanas de finalizar el año 2018, llega el momento de hacer balance y plantear cuáles son los retos a los que tendrá que hacer frente esta industria en el futuro más inmediato.

Nuevas perspectivas: los cinco retos del transporte en 2019

  • La adopción y adaptación a las nuevas tecnologías. Es uno de los mayores retos de la industria del transporte en la actualidad. Los fabricantes se encuentran en pleno proceso de evolución y desarrollo en el que la innovación ejerce un papel protagonista. Mejorar la conectividad y la seguridad dentro de los habitáculos de los vehículos industriales es ya una realidad a la que muy pocas empresas están adaptadas.
  • La migración a nuevas formas de combustible. Desde el punto de vista de la eficiencia energética y la sostenibilidad, el sector transportes es un arma de doble filo. Por un lado, los camiones y vehículos especiales pueden contribuir al aumento de la contaminación y a la aceleración del calentamiento global. Por el otro, podrían convertirse en agentes del cambio y en un ejemplo a seguir por otros medios de transporte. ¿Cómo? En tres sencillos pasos: con combustibles menos contaminantes (como el gas natural licuado), con tecnologías que favorezcan la sostenibilidad energética y mediante la formación a los conductores para lograr que sean altamente eficientes durante sus jornadas al volante.
  • La mejora de todo el proceso logístico. El cliente es el protagonista de todo el sistema más allá del mero transporte de su mercancía. Las empresas deben mejorar su experiencia desde que se inicia el servicio y hasta después de la entrega de los bultos. De ahí la importancia de mejorar el seguimiento de los traslados, la atención al cliente hasta después de la entrega, etc.
  • El desarrollo profesional de todos los agentes implicados en el sector transportes. La demanda de transportistas es cada vez mayor, al igual que la competencia entre ellos. Es necesario no solo mejorar las condiciones laborales de estos profesionales sino, además, su nivel de capacitación. El manejo y dominio de los nuevos sistemas tecnológicos debe ser una aptitud más a la hora de presentar su candidatura a un puesto de trabajo como conductor profesional.
  • Vínculos imprescindibles entre las empresas de transporte por carretera y representantes políticos de todos los niveles. El Reglamento de la Ley de Ordenación de los Transportes Terrestres (ROTT), las iniciativas anticontaminación de grandes ciudades como Madrid y Barcelona, la obligatoriedad para camiones del uso de autopistas de peaje… El diálogo entre los transportistas y las principales figuras políticas es necesario para evitar que estas decisiones perjudiquen y debiliten a uno de los principales motores de la economía.