La contaminación acústica en las ciudades y en la carretera

Desde hace más de 20 años, cada último miércoles del mes de abril se celebra el Día Internacional de Concienciación sobre el Ruido, con el objetivo de promover acciones para el cuidado del ambiente acústico y, principalmente, para llamar la atención sobre las molestias y daños generados por los ruidos. Y es que, solo en España, una de cada cuatro personas está expuesta a altos niveles de contaminación acústica.

Más allá de la ‘simple molestia’ del ruido, la contaminación acústica en las grandes urbes se ha convertido en uno de los factores ambientales más importantes a nivel de salud pública. Pese a la evidencia de los importantes efectos adversos en la salud, a menudo sus efectos no captan la debida atención y, muchas veces, son incluso ignorados.

Además de los problemas de audición derivados de los altos niveles de exposición al ruido, los niveles regulares de ruido ambiental también se asocian con trastornos del sueño, enfermedades cardiovasculares (principalmente cardiopatía isquémica), trastornos del sueño y problemas cognitivos, así como diabetes y obesidad.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, cualquier tipo de sonido que supera los 65 decibelios durante el día y 55 decibelios durante la noche es considerado como ruido.

La contaminación acústica y el transporte

Las congestiones de tráfico es una muestra clara de la contaminación acústica, principalmente en los grandes centros urbanos. De acuerdo con las recomendaciones de la OMS, es necesario limitar la exposición del tráfico rodado a 53 decibelios durante el día y a un valor inferior a 45 decibelios durante la noche.

Solo en Europa, una de cada cinco personas está expuesta a niveles de ruido procedentes del tráfico superiores a los límites establecidos. Eso quiere decir que el ruido del tráfico rodado afecta a la salud de, por lo menos, un tercio de los europeos.

Pese a que los problemas generados por la contaminación acústica todavía no tienen la importancia que merece, sí es cierto que las grandes capitales han empezado a establecer áreas de restricción de circulación de vehículos -como Madrid Central o la ZBE Barcelona, para frenar no solo la contaminación atmosférica sino también la contaminación acústica.

Los vehículos IVECO y la contaminación acústica

Comprometidos con el cuidado del medio ambiente en todos sus ámbitos, Iveco ofrece una línea completa de vehículos impulsados por combustibles alternativos (como el gas natural comprimido – GNC) o electricidad).  Además de disminuir la huella de carbono, los vehículos Iveco también presentan un funcionamiento silencioso que permite su entrada en las zonas de restricción de tráfico rodado y son ideales para las labores nocturnas.