Estos son los medicamentos que no deberías consumir si vas a conducir

La mayor parte de los medicamentos suelen traer consigo efectos secundarios poco o nada recomendables que pueden ser peligrosos para la conducción. ¿Los conoces todos?

Mareos, somnolencia, visión borrosa, falta de concentración, vértigo… Los medicamentos, con o sin receta, pueden producir una lista numerosa de efectos adversos que hacen fallar nuestros reflejos y suponen un riesgo para la conducción. Entonces, los sistemas de seguridad activa pueden no ser suficiente para hacernos reaccionar. No lo decimos nosotros, lo asegura el Ministerio de Sanidad y lo recuerdan desde diferentes instancias europeas e internacionales. De manera conjunta, todos ellos instan a la ciudadanía a extremar las precauciones siempre que consuma algún tipo de fármacos y, sobre todo, a preguntar al médico sobre las consecuencias de los tratamientos que le prescriban.

  • ¿Cómo afectan los fármacos a la conducción y a la seguridad vial?
  • ¿Cómo se pueden paliar sus consecuencias?
  • ¿Está sancionado conducir bajo los efectos de medicamentos?

Medicamentos más peligrosos para conducir

Aunque cada fármaco tiene sus contraindicaciones y efectos secundarios, algunos son de sobra conocidos por su estrecha relación con los problemas en carretera. Es el caso de los medicamentos para los trastornos del sueño, las alergias o el catarro, pero no son los únicos. Si eres o quieres ser ser conductor profesional o si utilizas tu vehículo a diario, debes prestar especial atención a los siguientes tratamientos y a las consecuencias que traen consigo:

  1. Ansiolíticos: usados como tratamiento contra la ansiedad, suelen provocar la reducción de la atención y de la capacidad de reacción, así como somnolencia.
  2. Analgésicos: sirven para el dolor, generan sueño, disminución de la capacidad de concentración y de reacción y mareos.
  3. Antialérgicos y antihistamínicos: los medicamentos para tratar las alergias, producen sopor y visión borrosa.
  4. Antimigrañosos: Calmar las cefaleas fuertes con fármacos suele producir debilidad, mareos y sueño.
  5. Antigripales: Cuando la gripe, los catarros y resfriados atacan y tenemos que recurrir a medicamentos específicos, estos suelen aumentar la somnolencia.
  6. Medicamentos para la diabetes: pueden favorecer las bajadas de azúcar y, como consecuencia, la debilidad, los mareos…

¿Qué efectos negativos pueden tener los medicamentos en la conducción?

Conducir bajos los efectos de fármacos es una combinación peligrosa que puede aumentar el riesgo de accidente, y es que según un estudio, en los últimos años la cantidad de fallecidos en carretera que dio positivo en medicamentos aumentó un 40%. Los medicamentos actúan en el sistema nervioso, según Certimedic, disminuyendo las capacidades sensoriales (oído, vista, olfato…) y psicomotoras (equilibrio, coordinación, percepción…). Esto sin contar con los efectos secundarios que pueden producir ciertos fármacos.

Los peligros de conducir cuando se está tomando medicamentos no son pocos, y aumentan debido a que el conductor no se da cuenta de sus efectos. Veamos los más habituales:

  • Somnolencia
  • Baja la atención
  • Reducción de la capacidad de reacción
  • Excitación
  • Mareos
  • Pérdida de coordinación
  • Cansancio, fatiga o debilidad
  • Visión borrosa
  • Espasmos

Fármacos y conducción: cómo actuar

Muchos de los desplazamientos en coche pueden encontrar alguna alternativa en caso de que la ingesta de medicamentos dificulte la conducción. Pero en el caso de los transportistas, esos viajes son precisamente parte de su día a día y de su trabajo. Por eso, si te dedicas de manera profesional al transporte por carretera y estás tomando algún tipo de tratamiento farmacológico, estas recomendaciones son para ti:

  • Antes de iniciar cualquier tratamiento, debes informar al médico responsable o al farmacéutico sobre tu puesto como conductor profesional. Ellos conocen qué fármacos de todo el catálogo son los que menos afectan a las capacidades reflejas y te indicarán a qué horas debes tomarlos.
  • Evita ponerte al volante del vehículo en el momento de iniciar el tratamiento o de introducir un cambio de cualquier tipo. Es mejor conocer de antemano qué efectos secundarios van a tener en tu organismo.
  • Realiza una parada siempre que notes alguna de las contraindicaciones anteriormente mencionadas (somnolencia, mareos, vértigo, etc.).
  • En carretera, ni una sola gota de alcohol. Mucho menos, si estás consumiendo algún tipo de medicamento. Ambas sustancias interaccionan entre sí y pueden magnificar y empeorar los efectos secundarios del fármaco.

Sigue las instrucciones dictadas por el médico o el farmacéutico, no te automediques y no dejes el tratamiento antes de tiempo. Solo alargarás el proceso. Recuerda que, según la DGT, el 5% de los accidentes de tráfico se debe al consumo de algún fármaco.

¿Te pueden multar si conduces bajo los efectos de ansiolíticos o antidepresivos?

La normativa al respecto es bastante incierta ya que no se especifica nada concreto en lo que a fármacos se refiere. Sin embargo, en el artículo 14 del Real Decreto 6/2015 por el que se aprueba el texto “Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial” determina que está prohibido circular “con presencia de drogas en el organismo, de las que se excluyen aquellas sustancias que se utilicen bajo prescripción facultativa y con una finalidad terapéutica, siempre que se esté en condiciones de utilizar el vehículo”. Por tanto, se puede entender que se incluye dentro de las sustancias prohibidas en la conducción a menos que hayan sido recetadas o tengan alguna finalidad terapéutica. 

Las multas por conducir bajos los efectos de drogas pueden llegar a los 1.000€ y a la pérdida de hasta 6 puntos en el permiso de conducción. En lo referente a los medicamentos, podría ser sancionable de la misma manera. La vía penal es más clara, y afirma que la persona que conduzca “bajo la influencia de drogas tóxicas, estupefacientes, sustancias psicotrópicas o bebidas alcohólicas” se sancionará con la privación del derecho a conducir, multas e incluso cárcel.